El cambio climático está afectando drásticamente al ámbito de la producción industrial mundial, y los líderes de la industria manufacturera están respondiendo al desafío. Invirtiendo en estrategias sostenibles, como los empleos de cuello verde, y adaptándonos al cambio, podemos mejorar el marco que hemos construido para la producción y el intercambio mundiales.
La información sobre este tema procede de Green Collar Jobs, el último informe de la serie sobre el clima de RBC Economics and Thought Leadership, así como del informe de las Naciones Unidas 2030 Breakthroughs sobre la campaña #RacetoZero.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Neto-cero es una dedicación global a la reducción de las emisiones de combustibles fósiles
A medida que aumenta el cambio climático, los enfoques de fabricación sostenible son necesarios e individualmente beneficiosos
¿Qué es un empleo de cuello verde?
Un trabajo de «cuello verde» juega con la jerga inglesa utilizada para describir distintas clases de profesiones.
Un trabajo de «cuello azul» es el que requiere trabajo físico en un campo como la construcción, la agricultura o la fabricación (entre otros).
Un trabajo de «cuello blanco» suele ser un puesto directivo de oficina, y el término hace referencia al ambiente limpio de la oficina, que no ensuciaría el cuello blanco.
Esta jerga está muy pasada de moda, y antiguamente se utilizaba para diferenciar entre clases altas y bajas de profesiones (junto con sus estilos de vida social y expectativas salariales asociadas). Hoy, en cambio, las habilidades y expectativas de las profesiones se solapan enormemente. Por supuesto, a los abogados no se les suele exigir que fresen el papel de sus documentos judiciales, por ejemplo, pero especialmente en la industria manufacturera moderna, a los supervisores y directores se les suele exigir que hagan algo más que estar sentados en una oficina, como cabría esperar del anticuado término «trabajador de cuello blanco».
Eso es lo que pasa con la adición de «cuello verde» como término clave: está cambiando nuestra perspectiva de la industria que avanza centrándose en el clima, desafiando nuestras concepciones pasadas de cómo fabricamos puestos de trabajo industriales.
¿Qué es la Economía Neta Cero y por qué debemos perseguirla?
Una economía neta cero es aquella que o bien no emite gases de efecto invernadero, o bien compensa las emisiones mediante estrategias como la plantación de árboles y la captura de carbono.
En cuanto a por qué deberíamos perseguir una economía neta cero, bueno… no creo que hayamos arreglado Marte lo suficiente a tiempo para que sea una opción viable.
De acuerdo, pero en serio: aunque no estés seguro de que el neto cero deba ser una prioridad para tu empresa, aquí tienes otras ventajas además de poner tu granito de arena para ser sostenible desde el punto de vista medioambiental:
Mejores resultados y eficiencia en los ciclos de producción
Mejor reputación de la comunidad en materia de sostenibilidad
Menores costes generales al pasar del petróleo y el gas a la energía limpia
Mejor adaptabilidad a las fluctuaciones del mercado y a las interrupciones de la cadena de suministro
Construir una empresa orientada al futuro que esté destinada a durar generaciones
Invertir en tu propio mercado de contratación creando empleos verdes y formación de habilidades
Beneficios fiscales y de oportunidades para las iniciativas o empresas verdes
Al igual que la adopción de los ordenadores en las empresas, es inevitable que la industria mundial se dirija hacia aquí, y si quieres mantenerte al día, tienes que aprender las nuevas tecnologías y metodologías que utilizan los grandes (y no, no nos referimos a modas pasajeras como las NFT, sino a una estrategia basada en datos y una reorganización inteligente).
Si todo eso te parece demasiado para abordarlo de una vez -y mira, la pandemia de COVID y la subsiguiente economía inflacionista realmente hicieron mella en algunas empresas, así que está bien tomarse un respiro-, empieza poco a poco, pero de forma eficaz, con la eliminación del papel. Esto garantiza una estandarización adecuada de las tareas y operaciones, de modo que dispongas del mejor marco lean para una mejora duradera en el futuro.
¿Cómo pueden las empresas individuales invertir en empleos verdes?
Hay cuatro categorías principales que representan áreas de inversión disponibles en general:
Nuevas cualificaciones en las empresas ecológicas (por ejemplo, operadores de nuevas tecnologías ecológicas que requieren nuevas cualificaciones)
Cualificaciones existentes en las empresas ecológicas (por ejemplo, funciones de oficina tradicionales en nuevas empresas ecológicas)
Aumento de la demanda de las cualificaciones existentes (por ejemplo, trabajadores de oficios que aplican sus cualificaciones de forma más amplia, lo que se conoce como multicualificación)
Nuevas cualificaciones en puestos de trabajo existentes (por ejemplo, mejora de las cualificaciones)
No tienes que centrarte en todas las áreas; por ejemplo, si no eres una empresa de nueva creación con soluciones sostenibles como servicio o producto clave, quizá sólo quieras empezar por mejorar las cualificaciones de tus trabajadores actuales y evaluar el grado de despilfarro administrativo entre departamentos. El motivo es que crear puestos de trabajo ecológicos no consiste en despedir a una plantilla antigua y contratar a una nueva con una perspectiva «medioambiental»; crear puestos de trabajo ecológicos puede significar actualizar un puesto de trabajo blanco o azul instituyendo una norma sin papel o animando a un empleado a que se centre más en evaluar el impacto medioambiental de determinadas rutas de envío para la distribución, en lugar de limitarse al factor coste.
Esencialmente, aquí es donde puedes ser creativo con lo que mejor se adapte al estilo de tu empresa. Tal vez sea desprenderse de los combustibles fósiles en la producción, tal vez sea reunir a un equipo para plantar literalmente árboles para compensar las emisiones: ¡sé salvaje y verde!
¿Cuál es el calendario para ser ecológico?
Por muy molesta que sea esta respuesta, es de ayer.
Específicamente para la economía neta cero, todas las naciones del G7 (Canadá, Reino Unido, EEUU, Alemania, Italia, Francia y Japón) se han comprometido a lograr emisiones netas cero para 2050, junto con más de otros 120 países.
Como predica toda buena metodología de gestión, el siguiente paso es desglosar ese objetivo en pasos graduales y asignar metas para cada éxito, de modo que puedas seguir tu progreso.
